En Langa de Duero (Soria) de poco más de 700 habitantes, el estadio municipal, las calles y plazas del municipio cuentan con 1.700 asientos que se desecharon del Camp Nou en una de sus remodelaciones en 1998.
El artífice de esta curiosa historia se llama Aurelio Zayas que hace 27 años se encontraba trabajando en el bar Marcelino, en el distrito de Montjuic.
Estos asientos fueron donados al museo Miró para una exposición que finalmente "no se hizo" y entonces se dejaron depositados en una de las piscinas municipales frente al lugar donde Aurelio trabajaba.
"Le pedí a la dirección del Museo Miró los asientos y la subdirectora me las concedió", recuerda aún.
"Ellos dijeron que pusiéramos en el documento cuántas queríamos pero no podía decirles la cantidad ni nada. Pusieron 1.000 y acabaron viniendo 1.700".
Los asientos fueron repartidos por las localides del municipio. La gran mayoría se instalaron en el campo de fútbol municipal. El resto se repartieron entre Langa, Alcozar, Bocigas de Perales, Valdanzo, Valdanzuelo y Zayas de torre.
Fuente: El Español
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